EL TAMAÑO SÍ IMPORTA...
El otro día me encontré
a un viejo amigo y tomando un café con él, salió como siempre el
tema de los libros. Le comenté que pronto acabaría mi nueva novela
y se alegró por ello. Me preguntó en tono inquisitorio: ¿Cuántas
páginas tendrá?
Yo le contesté que sobre unas trescientas más o menos, a lo que el complacido me contestó que perfecto. Yo con curiosidad y medio en broma le pregunté acerca de su comentario.
Yo le contesté que sobre unas trescientas más o menos, a lo que el complacido me contestó que perfecto. Yo con curiosidad y medio en broma le pregunté acerca de su comentario.
-¿Es que nunca tenéis
los escritores en cuenta la comodidad de vuestros lectores? -preguntó
mi amigo para mi sorpresa.
-¿A qué te refieres
Alberto? -pregunté extrañado.
-Me refiero a las páginas
de una novela, al buen lector no le importa leer una novela de mil
páginas, pero si le molesta bastante no poder llevarla consigo a
todas partes por su volumen e incomodidad por su tamaño -me contestó
casi enojado.
-Pues ahora que lo dices
tienes razón, a mí me ha pasado algunas veces que he desistido
de llevar una novela a la calle por su gran tamaño, y es verdad, es
incómodo un tocho de más de quinientas páginas para leerlo
-respondí yo sonriendo.
-También puedes llevarte
a la calle o adonde quieras tu e-reader -añadí.
-Sí, si lo hago, pero si
me hallo leyendo una novela en papel me fastidia tener que dejarla
aplazada por no poder llevarla conmigo por su tamaño -respondió él.
-Supongo que habrá
historias que necesitarán para ser contadas una cantidad ingente de
páginas, aunque pienso que también a la hora de poder publicarlas
es un handicap añadido para el autor -contesté yo.
-Pues yo creo que el
autor al escribir un buen tocho tipo Biblia lo hace para saciar su
ego, o bien para que la obra parezca más interesante, o quizá
porque se extiende más de lo necesario para recrear una situación,
tipo Proust en su novela “En busca del tiempo perdido” -replicó
mi amigo sonriendo.
-¿No te atreverás a
poner en entredicho una obra maestra sólo por su extensión? -pregunté
casi indignado.
-No, ni mucho menos, sólo
digo que para mi gusto prefiero frases y situaciones relatadas con
menos párrafos -contestó mi amigo con hastío.
-Pues fíjate, yo he
pensado en muchas ocasiones que incluso la extensión de una novela ha podido se exigida al autor por la propia editorial, siempre
hablando de un autor fichado ya por ella, y más o menos con una
reputación claro -agregué yo.
-Pudiera ser, tampoco me
extrañaría mucho esa idea -respondió mi amigo.
-Lo que sí está claro
es que una buena novela no depende del número de páginas que
contenga, mira por ejemplo “El viejo y el mar” o “Pedro Páramo”
o “El maestro de esgrima” por citar algunas que no pasan de las
trescientas páginas y son estupendas novelas -añadí yo dando la
razón a mi amigo.
-Sobre todo, he notado
esa tendencia de escribir novelas extensas cuando se trata de novela
histórica, ¿tienen en mente los autores a los clásicos? ¿piensan en la Ilíada o en la Odisea y quieren emular sus proporciones?
-apuntó mi amigo.
-Quiero pensar que hay
tramas que necesitan desarrollarse de manera más amplia que otras, a
mí me ha pasado con algunas de mis novelas, creía que iba a
contener tantas páginas y al final han sido muchas más, pero ya
sabes que aun así, no es mi caso -contesté con ironía.
-Como sabes "Gabo" dice: "Una cosa es una historia larga, y otra, una historia
alargada" -cité la frase porque sabía que le gustaba a mi amigo.
Al final, terminé dando
la razón a mi amigo, no como tal, sino como lector, ya sabéis, para
un escritor la opinión de sus lectores es una razón de peso, y no me
refiero al de la novela en sí. En conclusión, “el
tamaño si importa” a la hora de leer con comodidad.
Andy García
Cierto, sin olvidar tampoco esos éxitos prefabricados por los que las "editoriales" "maa...tan" y a los que les tienen que "engordar" la letra para que sea un "libro" al menos de un tamaño "respetable" Buen artículo, Compi.
ResponderEliminarPues hay novelas de menos de 90 páginas con letra agrandada que son tremendo éxito. Todo depende de quién las lea y, por supuesto, de cómo estén escritas.
ResponderEliminarSuelo escribir novelas de 350 páginas, aunque últimamente he publicado una de menos de 80 (Amanda), y creo que va bastante bien.
Pensando como lectora, como era antes, prefería las novelas de más de 500 páginas, porque así podía leer más tiempo. Hasta eso cambia, ahora las prefiero más cortas, aunque tenga tablet. Deben ser los años y el cansancio visual.