viernes, 12 de abril de 2013

De periodistas y "periodistas"

Desde siempre he admirado la labor de un periodista, máxime si éste es una persona imparcial e íntegra, y con ocasión de su oficio ha tenido que echarle coraje y arrestos para denunciar o destapar algún asunto turbio, y llevarlo a cabo ateniéndose a las consecuencias. Doy fe de ello, pues tengo algunos amigos dentro de la profesión, algunos ya no se encuentran entre nosotros, como por ejemplo el gran Paco Rengel, que con su profesionalidad dignificó la profesión del periodismo.

 Pero como en todas las profesiones y colectivos siempre hay individuos sin ética profesional y sin escrúpulos, que amparados en la profesión y en las influencias que ésta les depara les hace pensar que son impunes ante todo y ante todos, inclusive ante la ley.

Y ahora, yo pregunto, ¿Debe un periodista denunciar a un colega de profesión cuando conozca o tenga indicios de que éste ha cometido un delito? ¿O por el contrario debe darle una palmadita en la espalda y mirar hacia otro lado?

Quiero pensar, y así lo creo, que los individuos indeseables dentro de la profesión periodística son una minoría, pero esta minoría puede actuar causando un gran perjuicio a grandes profesionales de la información que ejercen su labor con respeto y con absoluta honradez.
Felicito desde aquí, a los miles de periodistas que cada día hacen de su profesión un trabajo digno y encomiable, y también denunciar a los pocos indeseables que manchan con sus actuaciones el nombre de un oficio cada vez más castigado por la crisis, y estoy seguro, que los que ya han perdido su puesto de trabajo no son los pocos indeseables a los que me refiero.

Para terminar, se me viene a la mente el postulado de Darwin sobre la Selección Natural, en el cual, los individuos más aptos y "poderosos" terminaban evolucionando y saliendo adelante en perjuicio de las especies más débiles.

Pero también, y mencionando a la BIBLIA me gusta recordar el pasaje de David contra Goliat.

Andy García